Amigos es Navidad.
Porque a pesar de la crisis, el individualismo y la falta de solidaridad que segrega y margina...
cada día hay más gente que tiene ganas de compartir y de vivir de forma sencilla y fraterna.
Amigos, es Navidad.
Porque a pesar de crímenes, tortura, violación, droga y delincuencia...
cada día hay más hombres y mujeres, chicos y jóvenes que se desviven por un mundo más justo, más humano, más responsable.
Amigos es Navidad.
Porque a pesar del atontamiento de la televisión, el borreguismo de la publicidad y la manipulación de mucha información que se tilda de seria y progresista ...
cada día hay más gente que se quema las cejas para ser servidores de la verdad, para no jugar con las personas, para respetar los sentimientos de los otros.
Amigos es Navidad.
Porque a pesar de la segregación, la marginación y las ansias de superioridad, la manía de clasificar a las personas o de catalogar a los vecinos...
cada día descubrimos hombres y mujeres con explosiva sinceridad, hombres y mujeres de esperanza y defensores de sus hermanos oprimidos.
Amigos es Navidad.
Porque a pesar de torres caídas, del armamento nuclear y de guerras fraticidas, las heridas de metralla terrorista, el desequilibrio mundial y la globalización inhumana...
cada día hay más manos blancas con ansia de ser constructoras de paz, de convivencia y hermandad.
Amigos es Navidad.
Porque a pesar de que Herodes sigue presente en los dictadores de turno, en los explotadores sin entrañas, en los que promueven redes de la mafia...
cada día hay nuevos magos que, guiados por la estrella de la utopía, descubren en el libro de la Palabra que el Niño de Belén sigue naciendo en nuevas miradas, en nuevos sollozos, en nuevas expresiones de impotencia, y luego vuelven a la vida cada día por otros caminos muy diferentes.