viernes, 3 de octubre de 2008
La Bondad es un rasgo biológico del hombre
Os admiro a casi todos los que trabajáis para personas que necesitan de vuestra ayuda, que reciben en esencia lo mejor de cada uno de vosotros, ojalá pudiera filmar esos momentos en los que el alma aflora y brilla más que todo en esos momentos de autentica bondad humana.
Buscando en la red, encuentro algo sorprendente sobre este rasgo humano y es lo que escribe Guillermo Giacosa, un periodista argentino que en síntesis nos expone lo siguiente:
El sabio chino Mencio dijo en le siglo III antes de Cristo:"Todos los hombres tienen una mente que no soporta ver el sufrimiento de los otros".
Casi 2.300 años después de formulada esta sentencia, las neurociencias han venido a corroborar como cierta la sabia intuición de Mencio. Según Goleman:" Cuando vemos alguien en estado de aflicción, circuitos similares reverberan en nuestro cerebro, una suerte de resonancia empática muy sólida comienza a convertirse en el preludio de la compasión".
Frente al dolor ajeno, nuestro cerebro activa las mismas partes que se activan cuando somos nosotros quienes padecemos ese dolor. Podemos experimentar la angustia, la tristeza la ira, la alegría o el desazón de otra persona solo permitiendo que la empatía, que es el impulso natural de sentir como el otro, pueda hacer su trabajo.
Los mismos circuitos cerebrales que están activados en quien vive la emoción. Por un principio de economía propio de la naturaleza, el cerebro actúa"disparando las mismas neuronas sea quien perciba o realice una acción".
Según Jerome Kagan, destacado investigador científico de Harvard, la suma total de la bondad supera ampliamente la de la mezquindad. Sus palabras son: " Aunque los humanos heredan un prejuicio biológico que les permite sentir ira, celos, egoísmo y envidia, ser grosero, agresivo o violento, heredan un prejuicio biológico más fuerte hacia la bondad, la compasión, la cooperación, el amor y el dar alimentos en especial a los necesitados", y agrega que este sentido ético innato "es un rasgo biológico de nuestra especie".
El llamado 'darwinismo social', es decir la explotación del más débil por parte del más fuerte, que es el rasgo característico de la sociedad contemporánea, va a contramano, no solo con lo que quiso expresar DArwin, sino también con los resortes más íntimos de la naturaleza humana.
Charles Darwin destacó la empatía (aún no se usaba ese término aparece en 1989) , como un factor de supervivencia. Sin embargo "una lectura errónea de sus teorías- dice Daniel Goleman en su libro Inteligencia Social- enfatizaba que la naturaleza "tiene rojo los dientes y las garras" idea que favorecen los darwinistas sociales, quienes torcieron el pensamiento evolucionista para racionalizar la avaricia.
Ocurre que el rasgo biológico ve alterado por la pérdida de contacto con el prójimo. El dolor que despierta la solidaridad no es solo una noticia en el periódico, ni mucho menos una estadística. El dolor es, básicamente la mirada y el sentimiento del otro.
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2 comentarios:
Me encantaria que este "darwinismo social"como tu lo llamas, se perpetuara y alcanzase a formar parte de nuestro genoma particular e individual.
Te imaginas un mundo así?
Un saludo
Aquel en que tus acciones estuvieran estrechamente unidas al sentimiento del otro, conocer y creer en unos derechos para sí y para los demás, un autobloqueo para el mal, con acertada asertividad. Utópico para lo que estamos acostumbrados a ver hoy, joder que mundo tenemos, yo también quiero un cambio en ese genoma que tan objeto de estudio es hoy en día.
Gracias por desearlo, con esto ya es algo, en este mundo aun hay gente de buena ley como tú, "Paprika".
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